The Writer Capítulo 2: Tú…

-Antes de empezar, tenga claro que conmigo no existen secretos, no hay verdades a medias, se ausentan las mentiras y los pensamientos pasan a ser otro medio de comunicación. Todo se filtra. Todo sale a la luz más temprano que tarde. Tenga cuidado ¿Quedó claro?

-¿Es un tipo de amenaza señor, Tomas?

-Cualquier precaución es poca; y el que avisa, no es traidor.

-¿Es así cómo quiere empezar? 

-¿Debo de agradarle de alguna forma, doctor? ¿Debo ser bueno, generoso, compasivo con quien quiere escudriñar mi persona para arreglar lo que no está mal: mi forma de pensar?

-¿Eh? No entiendes la situación. Creo que si me trata bien, tendré una mejor opinión sobre usted. Y su futuro está en mis manos. Tenemos mucho trabajo que hacer.

-Y así será. No soy fácil de manipular.

-¿Manipular? ¿Así ve a todo el mundo?

-Todos tienen secretos ¿Sabe? ¡Pues claro! Es psicólogo, se sienta para hablar con locos e intentar controlarlos según la doctrina social, o con cuerdos para hacer que dejen de tener pensamiento individual.

-Cuidado con esas ideas. ¿Doctrina social? ¿Qué quiere decir con eso? ¿Puedes explicarte?

-Me pide ser como los demás, eso es lo que yo llamo “doctrina social”. Así caen las estrellas, así mueren los buenos, así se termina la inocencia. El “como todos actúan” es el núcleo del pensamiento y de las acciones de todo el que esté vivo en este planetita azul.

-¿Dice que actuar como los demás está mal? Hmmm… Pensamientos peligrosos.

-¿Por qué Nietzsche es peligroso? ¿Porque tiene otra visión del hombre o porque rechaza ser normal?

-Nietzsche habla de la destrucción de una estructura moral, y con ella la cultura y la sociedad. Confunde la idea de “normal” con la de “media” o “general”.

-Si con “media” se refiere a el “todos”, como me gusta llamar, hoy en día no hay diferencia. Pues es un efecto en cadena. Con que uno inspire a otro para seguir su ejemplo, ya se está esparciendo el germen de ser uno más.

-¿Por qué?

-¿”Por qué” qué, doctor?

-Sabe bien la respuesta a las dos preguntas. ¿Es la primera vez que no es usted quien lee la mente?

-He de decir que esta… capacidad… siempre trae sorpresas. Sí, escucho los pensamientos de todo el que me rodea, me guste o no.

-Debe de ser una tortura.

-Puede serlo ¿Sabe usted lo que es escuchar quejas todo el tiempo, no solo de cosas que no me importan, sino también de cosas y personas a las que aprecio?

-¿Hay personas que “aprecias”?

-Duele.

-Y a mí.

-¿Sabe lo que es saber los más oscuros secretos de los demás? ¿Estar pasando al lado de un hombre que acaba de cometer la más atroz acción? ¿Ver personas visualizarse escenas horrendas? Conocer… intenciones ocultas. Duele

-Y a mí.

-¿Sabe lo que es no escuchar el silencio nunca más? Enloquece a cualquiera.

-Sí, es normal. Piénselo así: los hombres y mujeres detrás de los servicios de atención al cliente reciben quejas de todo tipo toda su jornada, los oficiales de policía tienen que descubrir y conocer los secretos más oscuros de las personas para que estén a salvo de problemas mayores, y si vives en la ciudad ¿Cuándo escuchas el sonido del silencio?

-Teóricamente, en la noche.

-Las noches son las más ruidosas. Los coches suenan veinte veces más, y la música parece que no para nunca. Y piensa en los doctores que trabajan las 24h. Quiero que entienda que no es un alma única, aún vive en una sociedad que sufre al igual que usted, y que los problemas que causan su telepatía son solo la punta del iceberg de los problemas de la humanidad. Solo unidos podremos luchar contra esos problemas, y combatir contra la marea no es la solución.

-Me sorprende lo callado de su mente.

-Digamos que estoy acostumbrado a personas como tú.

-¿Hay más telépatas?

-Sal y conócelos.

-No suelo cambiar de opinión todos los días. Por cierto, doc. La respuesta al “por qué” es: el daño que todos sufren solo por seguir la marea del “como todos actúan”.

-Sí, lo sé.